"MAMÁ, YA" O EL IVA DE LAS COMPRESAS
Recuerdo un anuncio con cierto halo romántico
que mitificaba y a la vez estigmatizaba la menstruación.
Una adolescente vestida con camisón y por lo tanto recién levantada, se dirigía
a su progenitora mientras soltaba un tajante "Mamá,
ya", con pausa dramática incluida. Era el anuncio televisivo,
en los primeros ochenta, de una conocida marca de compresas. Ha llovido desde
entonces, aunque en esa materia no hemos avanzado demasiado. Ni en la de los
estereotipos machistas en los anuncios ni en la que toca al tema de la
menstruación.
Su estigmatización sigue siendo evidente.
Parece, según plasman muchos anuncios de compresas y
tampones, como si la regla fuera algo divertido, azul y hasta
transparente, como las nubes. Pues no, señores, no es así. Se trata de un
proceso biológico, absolutamente natural e intrínseco a la condición femenina.
La menstruación nos acompaña a lo largo de
aproximadamente cuatro década de nuestras vidas, que no es poco, y durante unos
90 días al cabo del año. No son pocas las mujeres que sufren el llamado
síndrome premenstrual, o dismenorrea, esto es, molestias y hasta dolores
realmente incapacitantes durante sus períodos. Y los
estigmas sociales continúan. Desde los disimulos y vergüenzas en el
ámbito laboral y social, por la evidente incomprensión que genera, hasta
verdaderas losas machistas, como la que atribuye "tener la regla" a las
mujeres que muestran algún tipo de enfado o desacuerdo en un momento dado.
Pero, además de todo esto - que daría para
otro y para más de un artículo- las mujeres afrontamos un gasto
asociado a la menstruación que son todos aquellos artículos de
higiene íntima que se usan durante el período. Los tampones, compresas, y
salvaslips son artículos de primera necesidad, no se puede prescindir de su uso
y su consumo es continuado en el tiempo durante décadas. En cambio, su
tratamiento fiscal no se corresponde con lo que en verdad son, bienes de
primera necesidad, sino que soportan un IVA del 10%. Lo lógico sería su rebaja hasta el 4%, el tipo superreducido de IVA. Algo
que tiene que contar con el beneplácito de la UE para modificar la normativa
armonizada. Es en este sentido que camina la iniciativa presentada esta semana por el grupo
parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados.
Una proposición no de ley que ha resultado aprobada a pesar de los votos en
contra del Partido Popular y de la abstención del Ciudadanos. La iniciativa
insta también a rebajar al mínimo el IVA de los pañales y el de los
preservativos. Mientras tanto podría aplicarse a estos artículos, previo
acuerdo de España con Europa, un tipo excepcional del 5%, el mínimo permitido
ahora por la UE. Otros países, como Francia o el Reino Unido ya han actuado en
este sentido.
Esa jovencita que en los incipientes ochenta
decía "Mama, ya" probablemente aún menstrúe, aunque esté a las
puertas de la menopausia. Y puede que tenga hijas. Y que todas ellas, juntas,
consuman varios paquetes de compresas y tampones al cabo del mes. Un gasto que
afrontan aproximadamente 14 millones de mujeres
en España.
En este tema, como en muchos otros, debe
haber una mirada de género. Si ya soportamos el llamado "impuesto de
género" o "tasa rosa" en la
versión femenina de productos de consumo habituales y pagamos por ellos hasta
un 24% más que los hombres, en el caso de los productos de higiene íntima
femenina el agravante tiene que ver con su uso no facultativo y no puntual,
sino necesario y prolongado en el tiempo. E indisolublemente asociado al hecho biológico de ser
mujer.
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